Recorriendo camino como vehículo autopropulsado, generando espacios dentro de un tiempo que emerge pedalada a pedalada en la jungla de asfalto. Degustación rodando habitual y mensualmente por la calzada como tráfico que somos, digestión en la manera de desplazarse para ciclistas, algunos coches y el buen amigo peatón. Muchos de estos últimos encontramos junto a las estaciones de autobús y ferrocarril esperando al próximo trayecto, quienes en ocasiones también cuestionan la coherencia y la eficiencia de un servicio de transporte que cada vez da menos la cara por lo público: a partir del minuto 51 de este enlace y en esta otra noticia.
El valle es una geografía idónea para un tránsito de vehículos más equilibrado y menos urgente, el modelo actual de movilidad local data de hace pocas décadas: en 1973 todavía circulaban más bicicletas que coches, en 1983 se estrenó buena parte de la flota de autobuses urbanos. Sin duda que en los próximos lustros la bicicleta será un recurso más visible, esperemos y deseamos que la bicicrítica alcalaína continúe proyectando cada vez con mayor nitidez esta posibilidad.
Muy buena entrada!!
ResponderEliminar