El hallazgo de la piedra perforada permite un anclaje mucho más estable para el que fue primer caballete del taller. Como curiosidad, comentar que el soldador que en su día se trabajó estos hierros adquirirá en breve una bici de préstamo.
Una vez encordadas las piedras, acomodamos el caucho de un viejo neumático
Fijando a base de bridas
En la base también se serraron unos pocos centímetros del tubo vertical que sobresalía y desestabilizaba. Los chapucistas celebran la mejora de este tercer banco de trabajo, que seguirá usándose en el pasillo lateral de detrás de la jaima.
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